VOLVEMOS
A LA CARGA
Largo ha sido el intervalo de tiempo que me ha mantenido
separado de este blog. Pero no os preocupéis, ya que como recomendaba Isócrates,
lo que digo en vuestra presencia lo he pensado en vuestra ausencia.
Después de dedicar un par de entradas a temas
relacionados con la política, decidí separarme de este blog temporalmente
porque con mi estado de ánimo encendido y la que está cayendo desdibujaba lo
que pretendo con este blog transformándolo en algo demasiado serio. Por ello y por
la epifanía política que viví cuando un amigo (que vive de ello) me dijo que 9
de cada 10 radares fijos de Cantabria sólo vigilaban el carril izquierdo, no he
publicado nada en este espacio.
Pero que nadie crea que no he pensado en vosotros, porque
me he dedicado en cuerpo y alma a uno de los lemas de este blog: He
desarrollado una
forma intrascendente de sobrevivir.
Y así, en sólo un mes he disfrutado de mogollón de momentos
en los que he pensado: es un gran momento para estar vivo, y tal y
como hace el replicante en el final de Blade Runner me gustaría compartirlo con
vosotros. Porque he visto cosas que la humanidad no creería:
He
visto al Capitán Tugurios guiar a sus seguidores con dudosos resultados. He
bebido con los dioses del Olimpo, con el Conde Bizácula, el colegiado
Brazauskas, el Alcalde de Guijuelo y un arquitecto que me dio un consejo para
facilitar momentos íntimos. He gritado improperios a la tuna, he conocido a un
mormón y he visto en acción al Capitán Calzoncillos.
He visto renacer a Afrodita por vigesimoséptima vez y lo
he celebrado por todo lo alto.
He
visto regalar un perro fantasma.
He cultivado mis vicios, me he reencontrado con la heredera de la Legio VII Gémina, he bebido
y comido hasta hartarme y me he leído un libro “realmente malo”.
Y todas estas cosas que os prometo que son ciertas, me
han recordado que si los tiempos no son buenos y las cosas no pintan bien,
debemos volver a recordarnos la esencia de este blog, que es disfrutar de las
cosas intrascendentes, porque son las que realmente nos sirven de catarsis y
endulzan nuestras vidas.
Os pido disculpas por mi vagancia, y espero que si estos recuerdos
han de perderse como lágrimas en la lluvia, os deseo que sea por llorar de
risa.
Mantened el cuerpo
sano y la mente despierta
Espero q Mirka nos mire desde el cielo de los perros fantasmas....Se te ecgaba de menos!
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