REFLEXIÓN SOBRE EL MENÚ

COCINERO, COCINERO...

            Este blog surgió a raíz de una boda donde tuvo lugar una dramática decapitación misteriosa. Hoy, meses después de ese hecho y con el enigma aún sin resolver, vuelvo de boda.

            Aprovecho este espacio virtual para desear a la feliz pareja que todo salga tal y como han preparado (o si cabe aún mejor) y que sean muy felices juntos.

            Admitiendo una de mis principales aficiones, estoy pensando en el banquete. En un menú seguro que muy bueno que han elegido los contrayentes. Y ha aparecido en televisión una imagen que no puedo quitarme de la cabeza. Es un programa de televisión (remake de una idea estadounidense) donde a un restaurante acude un cocinero experto para evitar un desastre. “Pesadilla en la Cocina”.

            El programa no me dice nada, pero me ha impresionado el cocinero. Un paisano con aspecto de bulldog y presumiblemente un apetito elefantino. Un señor al que en vez de dirigiendo un restaurante de lujo te lo imaginas en una costillada. Y ojo, no critico a un profesional como AlbertoChicote al que respeto mucho ni volveré sobre el axioma que reza que “las apariencias engañan”.

Alberto Chicote

            Me gustaría saber si en un programa que quiere promocionar glamour, calidad y lujo eligen a un cocinero garrulo (con unas broncas que meten miedo), qué tipo de “osanapio” necesitarán para adaptar otros programas de Estados Unidos.

            Me imagino a los directores de casting sudando sangre para encontrar a alguien con menos conocimiento (y dientes) que los “Cazadores del Pantano”, que coma más que el tripero de Crónicas Carnívoras y el más difícil todavía: más gordo que los de Embargos a lo Bestia.

El "prota" de Crónicas Carnívoras: Menuda sima...

            Si los encuentran, no me quiero imaginar cómo serían esos programas en nuestro país. Vivir para ver.

Mantened el cuerpo sano y la mente despierta.

           

PD: Hay más palabras rebuscadas de lo habitual porque estoy escribiendo con traje y corbata.