ES MÁS DE LO QUE PARECE…
En estos días de exámenes pensaba
ahorrarme tiempo descuidando un poquito el blog. Pero una serie de
circunstancias extrañas me ha asaltado y me he visto obligado a avisaros. No os
engañéis, no son casualidades: es una conspiración.
Todo está conectado para que nos
creamos un mensaje. Todo se une y forma parte de un siniestro plan. Y no lo puedo soportar.
A veces parece que las cosas que
legalmente estamos obligados a ver y respetar no sirvan para nada. Para ello
siguiendo mi formación de postgrado, presentaré un estudio de casos.
Por un lado el semáforo “del Ruygo”,
frente al centro de salud de Solares, que crea unos atascos brutales cada día
cuando un único peatón (¡ojo! ejerciendo
su derecho) pulsa y pasa corriendo y deja a los coches parados más de 50 segundos
(cronometrados). Pues bien, el miércoles por la mañana, que está el mercado y
hay muchos peatones, lo apagan…
Vamos a ver, yo entiendo que un
semáforo que está para facilitar el paso a los peatones, deba encenderse cuando
más haya, y no al revés. Me imagino que pretendan proteger al peatón solitario
y que a la vez sugieran que muchos caminantes podamos hacernos fuertes cargados
de bolsas de fruta y ropa de imitación y detener el tráfico por nuestra cuenta.
Qué duro crecer en los 90... |
Por otro lado tenemos está
controvertida señal, que oscila entre lo chapucero y la irreverencia:
¿¿¿¡¡¡Orientativo!!!??? |
Si nos vamos al fondo del asunto, es
un aviso oficial (la señal) para anular otro (las marcas viales). Recordando
nuestra formación matemática cualquiera podría simplificarlo. Desde luego que
lo oficial no puede ser orientativo, que nos lo digan en nuestros desencuentros
con la guardia civil (- Señor agente, 0,25
de alcoholemia es orientativo…-)
Pero
si somos un poco perspicaces, y lo somos, nos damos cuenta que va más
allá. Todo ello tiene un mensaje:
las autoridades no quieren defender a la mayoría, sino a una minoría. Y todas
las señales, en un momento dado, son orientativas. La educación y la sanidad
públicas recortadas, pero subvención y apoyo para lo privado, que son una
minoría. Las cuentas declaradas y claras es algo orientativo, también pueden
venir en libretas y sobres.
Es una conspiración para que
traguemos con todo. Pero quizá no estemos perdidos, siempre podremos seguir el
ejemplo de la gente del mercado de los miércoles, que juntándose unos cuantos
en la calle avanzan todos juntos para llegar donde quieren y no necesitan que
ninguna autoridad les dé permiso para nada.
Siempre recuerdo, y hoy es más apropiado que nunca,
que somos nosotros contra ellos. Pero en un guiño al ingenio hoy me despido de
esta forma:
Dimitir no
es un nombre ruso.
Muy buena la entrada Angel!!!
ResponderEliminarLa comparación gente del mercadillo-sociedad brutal!!!
tienes talento!!!jajaja
Gracias por el cumplido.
EliminarHola!!
ResponderEliminarTe he dejado un Liebster.
http://elpeonyelrey.blogspot.com.es/2013/02/premios-liebster.html
Un saludo.