SOBRE MODA Y MODELOS SOCIALES
En
esta época de rebajas me he visto arrastrado a las tiendas de ropa, lugares que
visito el menor número de veces posible.
No obstante, no deja de ser
edificante observar el modelo social que representa ir de compras que ha hecho renacer en mí una reflexión. Aquellos
que me conocen ya saben que no soy una persona con mucho “glamour”, el encanto que
se me supone no proviene de un look moderno ni de una elección de grandes
modistos, pero aún así en ocasiones como esta hablo de moda.
Todo comenzó al ver los maniquíes de
una tienda. Representaban la parte inferior de un cuerpo femenino totalmente escuálido,
esquelético y descarnado embutido en un pantalón de una talla ridículamente
pequeña. Esa y otras tiendas vendían una
imagen corporal totalmente inalcanzable para cualquier persona que no quisiera
tener un trastorno alimentario. Me horroriza pensar en las miles de chicas a
las que se las vende un ideal de belleza inalcanzable y la infelicidad que esto
genera.
Una imagen vale más que... |
El mundo de la moda promueve unas
chicas famélicas y tras una busca en internet de las mejores firmas (por tanto
principales responsables) se dan dos razones: La ropa luce más y las modelos
sin curvas evitan la distracción del observador de la prenda.
Las dos razones me parecen una
mierda: son una patraña incongruente. Ni la ropa luce más ni la carne distrae.
Esto va más allá, y lo que claramente promueve es un modelo corporal
restrictivo, herencia de una sociedad en la que se busca la privación de los
placeres visuales propio de épocas pasadas y la negación de la capacidad de
elección diciendo qué hemos de ponernos o quitarnos basándose en un modelo que
Althuser definía como poder blando. Y lo
más grave es que la salud física y mental y la felicidad de sus propios clientes es
sacrificada en el altar de la exclusividad.
Bien cierto es que en un mundo dominado
por los gays (principales productores y consumidores) las mujeres atractivas y
sensuales quizá no sean necesarias y se busque un modelo asexuado que tratan de
vendernos como provocativo. Así que cada temporada unos gurús nos dicen cómo
vestir, con qué colores y cómo han de gustarnos las mujeres (y eso que a ellos no les
van…).
Yo
de moda no sé nada (ni me interesa) pero en lo referente a mujeres provocativas
la gran mayoría de los poseedores genéticos XY preferimos ver el Carnaval de
Río de Janeiro a un saco de huesos.
Única imagen del Carnaval sin tanga o pezón... |
Así
que mujeres del mundo, no os dejéis engañar por falsos modelos corporales y no
os creáis menos atractivas por una ridícula 34, a nosotros nos gustáis tal y
como sois. Ver cosas que te gusten y te pongan hace años que dejó de ser
pecado…
Afectados
por la cruel estrategia comercial por mujeres tísicas e infelices, dejad un comentario
por favor.
No lo dudéis, somos nosotros contra ellos
A mi una 34 me entra en un brazo... Pero eso sí, un brazo muy tonificado!!!
ResponderEliminarPor cierto la que presenta el tiempo en antena3 por las mañanas, bien podría ser cliente de tú señora hermana, porque a mi juicio, la faltan unos cuantos kilos de más. Y eso, teniendo en cuenta que la Tv engorda...
Muy aguda, querida lectora, yo también me he fijado en ella y en su trastorno de la alimentación.
EliminarUna cosa: qué bonitos son los brazos tonificados.
Toda la razón tienes con esta entrada. La verdad que ver pasarelas de moda en ocasiones da grima. Son esqueletos vivientes y en más de una ocasión se han oído casos de muerte entre las modelos debido a su extrema delgadez.
ResponderEliminarMuy triste delimitar la belleza en la extrema delgadez hasta llegar a la patología.
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