NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL
Tomando
algo en una terraza con unos amigos, sugerí que nos resguardásemos debajo de una
sombrilla porque nos protegía del “relente”. Y me dieron palos por ello. Que si
relente era una palabra antigua, que si era un viejo, que si hacía no sé
cuantos años hace que no oía eso…
Y,
aparte de la incuestionable realidad de hacerse viejo sin enterarse, me hizo
plantearme todas las expresiones que hemos usado y que ya hoy en día sólo
demuestran nuestra obsolescencia social. No
es fácil de asumir. Y todo en menos de 30 años.
Caer
relente, guay (en cualquiera de las varias modalidades que recoge el Spot de Coca-Cola)
o “chachi piruli Juan pelotilla” provocan horror en cualquier persona a la que
nos dirijamos, y a mí me evocan a cuando los coetáneos de mis abuelos decían de
algo que era “pirulí de la Habana”…
Desde
la lógica individual objetiva no ha de considerarse malo hacerse mayor, pero
quizá debamos tratar de actualizarnos o al menos resignarnos a que muchas de
nuestras expresiones e incluso de nuestros iconos (el calvo de la lotería, el
payaso de micolor, el afilador o la música que nos enseñó los números en Barrio
Sésamo) pertenezcan al pasado, y no necesariamente mejor.
Si
alguno de vosotros ha decidido actualizarse no debe olvidar la regla de oro de otro
programa pasado, actualizaos sin pasarse
de su precio justo. Ánimo si alguien os llama señor o señora y nunca
olvidéis que si llamáis a un bar remodelado por el nombre que tuvo hace años (¿Tomamos
algo en el Mapiq?) es que oficialmente entráis en la categoría “viejunos”.
Mantened el cuerpo sano
y la mente abierta
Mejor viejuno, que actualizacién reggetonera!
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